Oliver es conocido como “el jugador que desafía al tiempo” por su larga carrera llena de luchas y en la que se ha mantenido dentro del baloncesto español.
En camino a cumplir los 43 años, no hay duda de que Albert Oliver es uno de los jugadores que ha conseguido mantenerse por más años que la mayoría dentro del mundo del baloncesto.
Su debut fue en el año 1997 y desde entonces, no se ha retirado de las canchas de baloncesto. Para Oliver jugar es una pasión que disfruta y su condición física por fortuna le permite seguir compitiendo, ya que no siente ningún tipo de dolor ni molestia.
Es considerado como el debutante más veterano en toda la historia de la selección española. Y a pesar de los años jugando, su retiro se mezcla con el anhelo de batir el récord de Middletton, impulsado por Aina y dos hijos adolescentes que le animan a continuar.
Una larga carrera llena de perseverancia
La carrera de Oliver está llena de perseverancia. Durante más de dos décadas ha estado entre los jugadores en la élite de la ABC. Y es que juega en la línea de la ABC con una pasión y talento de los grandes.
Su edad no le ha impedido continuar como uno de los jugadores más veteranos y que aún siguen dando todo sobre las canchas, La constancia es uno de los secreto de Oliver, quien continúa sus entrenamientos y siendo considerado por los equipos.
La pasión por el baloncesto le fue inculcado por su hermano. Antes de practicar el deporte que hoy en día le apasiona, lo suyo era el taekwondo hasta que a los seis años lo abandonó y comenzó a jugar baloncesto. Jugó con su hermano; Oliver como juvenil mientras que su hermano era senior y ambos enfrentaron cuatro partidos en EBA cuando él estaba en la Sant Josep de Badalona, mientras que su hermano estaba en Santa Colona.
Su carrera y el positivo por Finasteride
Entre 2001 y 2006 su carrera se consolidó y fue llamado por la selección. Anterior a esto estuvo en las categorías inferiores y se preparaba para ir a los Juegos Mediterráneos en 2005.
Pero cuando tenía esta meta como objetivo sucedió el evento en el que dio positivo por Finasteride, que es una sustancia usada para el tratamiento de la caída del cabello en el que receta un medicamento llamado Propecia.
Inicialmente esta sustancia podía ser tomada, pero luego se comunicó una prohibición hacia ella, aunque ahora nuevamente puede tomarse. Luego de aquel incidente en una ocasión el jugador veterano comentó que no tuvo más oportunidades ni las volvería a tener, pero nuevas puertas se han abierto ante él como un resultado inesperado del conflicto entre la Euroliga y FIBA.
Olivier ha comentado que hubo muy buenos momentos en los que pudo estar presente, pero al mismo tiempo tiene claro que sí hay mejor gente que pueda jugar entonces no se pude ir.
Como veterano sobrepasa por dos meses a otro veterano de la liga como Sitapha Savané, aunque Oliver espera seguir jugando por mucho más tiempo porque aún tiene todas las ganas para hacerlo.
La constancia, un camino al éxito
Para Oliver la constancia es un camino al éxito. Admite que con los años físicamente se va perdiendo condición y empeorando. Esto es algo inevitable, pero el secreto está en evolucionar en otros aspectos, y es gracias a esto que ha podido seguir activo, ya que actualmente entiende mucho mejor el juego que en el pasado.
En su carrera su huella fue dejada en Lleida (1999 – 2001), Valencia (2006 – 2009) y en Estudiantes (2009 – 2011). Para luego regresar a Badalona entre 2011 – 2013 y estrenarse en 2016 con la conquista de la Supercopa.
El veterano del baloncesto español considera que hay que agudizar el ingenio y crecer en la parte táctica. Solo con constancia y pasión se puede continuar, ya que el jugador tiene en claro que el ir de cabeza puede quitarle oportunidades.
Por ahora se siente encantado con poder seguir jugando y solo quiere continuar viviendo la experiencia todo el tiempo que pueda.
Sin retiradas perfectas
Ya no imagina retiradas perfectas. Una retirada “perfecta” es un ideal que abandonó hace mucho desde que tomó la decisión de jamás abandonar el baloncesto. Seguiría jugando hasta que el deporte lo jubilara a él.
En una entrevista comentó que de ser por él continuaría jugando hasta los 60 años, pero esto no es posible. Por esa razón el reto está en continuar disfrutando lo que realmente le gusta, ya que a su edad es muy difícil disfrutar de lo que en verdad le agrada. Así que solo le quedar ver hasta cuándo durará sobre la cancha.
Las dificultades que trae el ser un jugador tan veterano no han estado exentas para él, ya que sabe que la edad lo marca en las dificultades para conseguir equipo y otras oportunidades. Pero sí algo le ha hecho ganar los años que pasan es la experiencia que le llegó a convertir en colíder de la ACB.
Los rivales y sus compañeros respetan su experiencia y longevidad. Incluso ha bromeado que por su edad lo dejan pasar primero cuando toca realizarse las pruebas PRC. Y cuando alguien le pregunta cuál es el secreto para seguir tan activo, responde sin dudar que dormir ocho horas, comer bien y saber adaptarse a todo lo que venga es esencial para sobrevivir.
El futuro de su carrera
Sobre el futuro de su carrera una vez deje las canchas, Oliver ya ha recibido algunas propuestas en el banquillo como entrenador. Admitió que viene mirando los cursos de entrenador para cuando se retire, pero mientras tanto sigue siendo “cabezón” en mantenerse disfrutando del baloncesto hasta que lo retiren.
Para el veterano, conseguir la meta de Middeton sería una buena forma de cerrar una carrera tan longeva. Una carrera llena de constancia y en la que no hay retiradas perfectas, solo la pasión por el baloncesto sin edad y hasta el final.
Fuentes: https://www.elmundo.es/deportes/baloncesto/liga-endesa/2021/03/23/6054f9aafdddff46b98b45b2.html