El cambio de hora afecta a nuestra salud generando numerosas consecuencias negativas tanto física como psicológicamente.
Cuando llega el verano es el momento donde más se sienten los cambios de horarios debido a que el reloj comienza a adelantarse un par de horas. Este tipo de cambios aparentemente tan “pequeños” puede llegar a generar diversas consecuencias en la salud si no se toman las medidas necesarias para contrarrestar estos efectos.
Los niños y los adultos mayores son especialmente sensibles a estos cambios de horario, que en verano suelen ser más dañinos que en invierno debido a que los efectos se sienten con mayor fuerza.
Algunas de las consecuencias del cambio de hora se relacionan con el trastorno de sueño, mareos, problemas digestivos, dolores de cabeza, entre muchos otros.
El reloj biológico en la salud
En la salud el reloj biológico está ligado a las funciones biológicas del organismo, ya que el cuerpo humano realiza cada una de sus funciones de acuerdo al reloj de 24 horas.
Todo el conjunto de funciones fisiológicas como la temperatura, hormonas, inmunidad y otras, se produzcan de forma coordinada.
Un ejemplo de cómo el reloj biológico tiene un papel fundamental en la salud, es la manera como durante el sueño no se producen secreciones de hormonas que nos despierten de nuestro sueño.
En el cerebro humano se encuentran neuronas que emiten cíclicamente señales gracias al “reloj biológico humano”, que es el responsable de que se emitan periódicamente estas señales en un tiempo específico para activar el resto de las funciones del organismo.
Los cambios de este reloj se dan por los ajustes recibidos a través de la información recibida por las señales biológicas de la información nutricional, el ejercicio físico que se realiza y los ciclos de día y noche.
Efectos de los cambios bruscos en el sueño
En el caso de las personas que trabajan por turnos, este ritmo de trabajo causa desajustes que repercuten en los cambios de horario en el organismo.
Las personas que cambian bruscamente sus rutinas de sueño sufren de incapacidad para adaptarse al nuevo ritmo biológico. Además de esto también debe tenerse en cuenta que la capacidad de adaptación no es igual para todas las edades.
El organismo de los niños y ancianos tiene una adaptación mucho menor y la adaptación se da a un ritmo mucho más lento. Y aunque al inicio el cambio horario parezca que no tiene grandes repercusiones en el organismo, con el pasar del tiempo las cosas cambian.
Los desajustes de horario prolongados y ante los que no se toman medidas empiezan a causar un mayor impacto en el organismo.
El retraso o adelanto de una sola hora hace que el cuerpo lo asocie con la llegada de la noche, y que se segregue melatonina, que se trata de la hormona de sueño, y por lo tanto aún a pesar de que se esté activo se comienza a sentir mucho más sueño y el cansancio e incluso la irritabilidad es inevitable.
Algunos estudios han llegado a asociar los cambios de hora de primavera con las posibilidades del aumento de riesgo de sufrir infartos al miocardio en los días posteriores.
Sin embargo, si se toman las medidas necesarias para recuperar las horas de sueño y adaptar los horarios, en unos tres días el organismo vuelve a regular sus funciones.
Cuáles son las consecuencias del cambio de horario
Una de las consecuencias del cambio de hora que repercute con más fuerza son los problemas para descansar. La calidad de las horas de sueño puede disminuir hasta un 10% al llegar los días del cambio de hora.
El problema de la conciliación de sueño se conoce con el nombre de coronasomnia, e incrementa la incidencia con el cambio horario, por lo que antes de que esta situación derive en afecciones más graves se deben comenzar a tomar algunas medidas que ayuden a lidiar con esta problemática.
Los cambios de humor es otra de las consecuencias que repercuten en las personas debido a los cambios de hora. Por lo general, la falta de sueño o que la calidad de descanso no sea la misma causa irritabilidad y una variación de estados emocionales que varían dependiendo de cada persona.
Dolores de cabeza, mareos leves o de mediana intensidad, problemas digestivos cansancio, disminución del rendimiento físico e intelectual son otras de las consecuencias de la alteración horaria.
Cómo lidiar con el cambio de hora
Para lidiar con el cambio de hora es importante aplicar ciertas medidas en los días anteriores y al menos, unos tres posteriores al cambio horario.
- Practicar alguna actividad física ayuda a activar el organismo y adaptarse mejor al cambio. El ejercicio físico moderado proporciona energía y si se toma además un poco de sol mientras se ejercita, los efectos son aún más beneficiosos.
- Cambiar los hábitos de sueño, adelantando la hora de dormir al menos 15 minutos para que el cuerpo se adapte al nuevo horario.
- Evita dormir durante el día para que al llegar la noche no sufras más desajustes al momento de descansar.
- Realizar algunos rituales antes de dormir como tomar algún té o un poco de actividad física moderada para sentirte más cansado puede ayudar a conciliar el sueño.
- La higiene del sueño es muy importante para adaptarse a este tipo de cambios. Lo ideal es crear un ambiente óptimo para el sueño, evitando usar dispositivos tecnológicos antes de dormir y disminuyendo al máximo los ruidos y la iluminación inadecuada.
- Evita comer en exceso o comidas muy pesadas antes de dormir, ya que podría causarte una desagradable indigestión por una mala absorción de los ingredientes de los platillos.
- No ingieras bebidas estimulantes como alcohol, café, té u otras bebidas que contengan cafeína cuando esté acercándose la noche.
- Automedicarse no es recomendable a pesar de sufrir problemas para dormir, ya que por lo general luego de algunas semanas el ritmo de sueño se normaliza. Pero si tras este tiempo siguen presentándose inconvenientes debe acudirse a un profesional sanitario que recetará lo que es mejor en este tipo de casos.