La vacuna cubana Soberana ya ha mostrado su potencia inmune en los ensayos clínicos.
Los resultados de los estudios que se han estado llevando a cabo con la vacuna Soberana, ya se encuentran disponibles para el público en Biorxiv. En esta plataforma se han publicado todas aquellas investigaciones que aún no han recibido la evaluación de un Comité Independiente.
Una vacuna desarrollada por Cuba
La vacuna fue desarrollada por Cuba con el apoyo de diversas entidades internacionales de Francia, China e Italia.
La fase I de su estudio clínico se inició en octubre del año pasado, mientras que la fase II comenzó en el mes de diciembre. Este estudio que ya ha abarcado las fases I y II, ha mostrad una fuerte respuesta inmune.
El mecanismo de esta vacuna conjuga un toxoide tetánico, convirtiéndola en la primera que hace frente al coronavirus mediante esta estrategia. Aunque cabe destacar, que este mecanismo ha sido utilizada con anterioridad en el desarrollo de otras vacunas como las meningocócicas.
Su acción produce anticuerpos que neutralizan la interacción entre el SARS-CoV-2 con la enzima que convierte la angiotensiva 2 (ACE2), ante la entrada de la infección.
¿Qué ventajas tiene?
Una de las ventajas de este tipo de inmunizaciones es que en contraste con otras dosis contra el coronavirus, puede ser conservada a temperaturas entre 2 y 8 grados, sin que esto afecte la potencia de la vacuna.
Otra ventaja tiene que ver con su gran capacidad de ser producidas, sin que esto influya en un incremento a alta escala de los costes.
Hasta el momento ya se ha hecho el anuncio de que el país caribeño cuenta con unas 150.000 dosis.
La directora de investigaciones del Instituto Finlay de Vacunas, de La Habana ha sido la cabeza de los autores que han publicado el estudio sobre la efectividad de la vacuna.
Dagmar García Rivera, cabeza del estudio sobre la vacuna Soberana, ha revelado que la mayoría de las vacunas tienen en común que con el fin de aumentar su inmunogenicidad, se incorpora una proteína para que cumpla el papel de servir como un punto de unión con el receptor de los constructos macromoleculares de mayor tamaño o a través de la utilización de adyuvantes potentes.
Por otro lado, la vacuna Soberana combina la estrategia para conjugar con un toxoide tetánico esta proteína, logrando así exponer de forma más clara la superficie del punto de unión. Mediante esto se aumenta la eficacia de los anticuerpos neutralizantes y la tolerancia.
En los resultados publicados sobre sus ensayos I y II que han sido realizados en animales, la respuesta inmune se desataca por ser más potente en el bloqueo del virus.
Cuba y su producción de vacunas
La mayoría de los países han optado por ser los primeros en adquirir las dosis de vacunas contra el coronavirus que se están distribuyendo. Sin embargo, hay otros que en lugar de importar las vacunas, están enfocándose en la producción de sus propias dosis.
Cuba es uno de los países que se están centrando en desarrollar sus vacunas. Al inicio de la pandemia, los institutos cubanos comunicaron al mundo que habían iniciado con las pruebas de al menos cuatro vacunas contra el COVID-19, siendo Soberana la más avanzada y que ya se encuentra cerca de su aprobación para inmunizar a la población.
Aunque Soberana no es la única vacuna en la que centraron su trabajo. Mambisa y Abdala son otras de las dosis que fueron creadas por el por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB).
Todas las vacunas cubanas tienen en común que funcionaban de forma similar. Su mecanismo tiene como base un antígeno usado en el punto de espiga del virus, que es conocida por ser la llave que permite ingresar el virus a las células.
Su acción se basa en la generación de anticuerpos en ese lugar, para así evitar que el virus entre en las células que están siendo atacadas.
La temperatura en que pueden ser conservadas también es otro de los puntos que tienen en común. Pero más allá de esto su diferencia radica en que Soberana tiene una formulación distinta a las otras vacunas.
El antígeno utilizado en Soberana proviene de células de mamíferos, mientras que Abdala y Mambisa utilizan como base un antígeno de la levadura.
Además de esto, Soberana es una vacuna, pero en el caso de Mabisa, esta se aplica de forma particular: a través de la nariz en forma de spray.
La fase III
Soberana es la vacuna que más se ha desarrollado y tenido los resultados más positivos. Por esta razón, se espera entrar a la tercera fase del estudio en el mes de marzo.
Las dosis aprobadas ayudarían a inmunizar a la población de la isla y los resultados serán compartidos para dar a conocer la capacidad de funcionamiento de las vacunas.
El gobierno cubano había logrado la contención del brote a medidos de la pandemia, implementando una campaña de mitigación de carácter agresivo y cerrando los aeropuertos.
Una vacuna monitoreada por la OMS
La OMS ya se ha pronunciado sobre otras vacunas aprobadas y que están siendo usadas en esquemas de vacunación como las de Moderna y Pfizer.
Soberana es una de las vacunas que actualmente están siendo monitoreadas por la OMS. En Cuba, el representante de esta institución ha comentado que se sienten optimistas sobre que las cosas se desarrollen bien.
Para que una vacuna sea aprobada debe completar de forma obligatoria las tres fases de ensayos clínicos y cumplir con cada una de las regulaciones institucionales y científicas, del país donde será utilizada.
La Coalición para Innovaciones en Preparación ante Epidemias (CEPI) está en contacto con Cuba para que se den a conocer todos los detalles de los avances de la investigación.
La comunicación entre el CEPI y Cuba serviría como una opción para optar por fondos que ayuden a desarrollar más dosis. Esto sería algo a tener en cuenta para Cuba, ya que de acuerdo a los expertos si la isla no puede fabricar 100 millones de vacunas sin apoyo internacional.