¿Podemos vivir un humanismo tecnológico? Esta y otras preguntas forman parte de los nuevos cuestionamientos de la humanidad tecnológica.
Actualmente vivimos en una era donde la tecnología domina nuestro día a día. Los avances tecnológicos forman parte de nuestra vida cotidiana y sobre todo, tienen un gran peso en el aspecto profesional.
Las personas usan la tecnología para lograr grandes avances en la sociedad y hacer que la calidad de vía y la satisfacción sean mucho mayores. Sin embargo, todo esto ha llevado a un debate en el que se plantea una interrogante: ¿es posible crear una tecnología humanista?
En las última dos décadas se ha vivido una verdadera revolución tecnológica que hace a muchos plantearse si es posible que la tecnología pueda ser humanista o incluso, convertirse en una tecnología colaborativa.
Algunas personas se preocupan ante la perspectiva de que las cosas cambien en pos de la consumación de una era en la que la humanidad se sienta constantemente vigilada o dependiente de la tecnología.
Pero la realidad es que esta perspectiva está completamente alejadas de lo que se busca. La tecnología que se quiere alcanzar es una que cambie la forma en la que vivimos y que al mismo tiempo nos haga comportarnos mejor con la sociedad, es el ideal tecnológico que se busca.
La tecnología, ¿cuál es su fin?
Toda tecnología debe tener un fin. Algunos consideran que la inclusión de grandes tecnologías podría significar el fin de la sociedad. Pero esto no es así, ya que en realidad el fin con el que p esta se cree puede ayudarnos a evolucionar y crecer como una sociedad conjunta.
Por esa razón, las invenciones tecnológicas deben buscar el progreso de la gente y hacer de la interacción entre humanos algo mucho más comunicativo y amable, y que principalmente tenga como objetivo servir a las personas.
Y es que la tecnología debe servir a los humanos y no al contrario; que la humanidad sirva a las invenciones tecnológicas, tal y como muchos temen.
Pero estos temores caen en la equivocación. La verdadera finalidad de las tecnologías es hacer progresar a las personas. Y para poder lograr esto solo hay que aprender a cuál es el correcto enfoque en que debemos usarla.
El no encontrar la correcta finalidad en la que se puede aplicar la tecnología es una de las razones por las que parece haber tanta infelicidad entre las personas. Sin embargo, el fin puede encontrarse en su uso para las búsquedas de soluciones que ayuden al progreso de las personas y de las empresas.
Tecnología y progreso empresarial
La tecnología ha sido clave en el progreso empresarial y la integración de mejoras en la calidad de la humanidad.
Hoy en día la tecnología ha llegado a un punto en que nos ahorra el trabajo y nos da tiempo libre que podemos ocupar en otras actividades.
Esta colaboración tecnológica en el progreso humano y empresarial se ha vivido desde hace décadas. Después de todo, la implementación de la tecnología en las empresas no vino a suplantar por completo al elemento humano, sino que tiene como objetivo maximizar la eficiencia de la empresa.
La globalización y la revolución digital también son factores que influyen en este nuevo tipo de avances. La huella digital y tecnológica está presente en las comunicaciones y las nuevas vías que se crean para transmitir información.
Gracias a los nuevos canales de información las empresas pueden crear soluciones, monitorizar y llevar a otro nivel de eficiencia sus procesos. Una empresa que tenga eficiencia en sus procesos crecerá y en consecuencia, su crecimiento ofrecerá grandes aportes tanto a su capital humano como a la sociedad.
Y no se trata de que la monitorización o la creación de numerosos canales de comunicación deban hacernos sentirnos agobiados e incluso en algunos casos, “vigilados”. El objeto de esto es saber sacar de cada una de estas herramientas la mayor ventaja posible y usarlas para el fin que fueron creadas.
Una empresa más eficiente genera clientes más felices. Y clientes más felices crean una empresa sólida y en crecimiento que genera beneficios tanto para sus empleados como para el capital de la empresa como tal.
La empresa tecnológica y sus valores
Las empresas tecnológicas deben trasmitir valores que muestren su enfoque de trabajar conjuntamente la tecnología con el elemento humano de su empresa.
El capital humano debe usar la tecnología para continuar haciendo progresar a la empresa, y que a su vez este progreso pueda aportar a la sociedad en su construcción y avance.
Para que una empresa pueda seguir este objetivo debe mantener unos valores específicos que permitan que tanto la empresa como la tecnología ganen del trabajo en conjunto.
Los valores que debe transmitir este tipo de empresas tecnológicas son tener sólida confianza en las decisiones que se toman, conocimiento, búsqueda de alternativas eficientes para facilitar el trabajo y en especial, la transparencia en la información.
Toda la tecnología debe seguir el objetivo de hacer más fáciles las cosas para las personas. Porque no se trata de convertir a la humanidad en esclava de la tecnología, ni de que las invenciones tecnológicas desplacen por completo a los humanos como algunas ideas radicales sostienen.
No se alcanza la locura con la tecnología. Tampoco es una amenaza que pueda destruir todo lo que el humano ha creado. Las invenciones tecnológicas tampoco deben ser la prioridad en nuestras vidas. Se trata de seguir el lineamiento de la tecnología ética y eficiente, orientada a la mejora y progreso de las personas.
Dentro de las empresas que siguen este fin se busca utilizar las herramientas tecnológicas para hacer mucho más fáciles los procesos. Y con ello, mejorar la calidad de tiempo que dedicamos a tratar mejor a las personas a nuestro alrededor y las relaciones humanas.
La tecnología nunca debe ser deshumanizadora, sino que por el contrario, debe centrarse en el progreso de la humanidad. Y para alcanzar este objetivo, la ética tecnológica y humana es la clave del progreso.
Fuentes: https://mabhostelero.com/2021/03/tecnologia-humanismo-tecnologico/