A pesar de la pandemia en 2020 hubo personas e incluso un pueblo entero que hicieron que este año tan difícil valiera la pena.
La llegada del coronavirus sacudió con fuerza a todo el planeta, prácticamente paralizando la vida social y la economía a nivel mundial. Sin embargo, el avance del mundo y de las personas no se detuvo ni un solo segundo.
Miles de personas en todo el mundo hicieron frente a las adversidades que trajo consigo el 2020 y aun cuando todo pareciera ir en contra, no abandonaron en ningún momento sus planes de convertir al mundo en un lugar mejor.
Entre “El Principito” y el rugido silencioso
“Lo esencial es invisible a los ojos” es la frase de El Principito que Fernando del proyecto SOS Marino ha adoptado como filosofía de vida. Esta ONG ha encontrado en el fondo del mar un patrimonio natural incalculable: los corales.
El proyecto pionero busca recuperar los corales de la zona de Punta la Mona en Marina del Este, ya que son más esenciales de lo que la gente cree al ser verdaderos generadores de vida natural.
Otra de las personas que continuaron con sus planes de mejorar el mundo en 2020 fue Aléx Sánchez, quien tiene el objetivo de que todos puedan reconocer el rugido silencioso de un coche que antes era contaminante y que dejó de serlo. Sanchéz aprendió a transformar coches usados en eléctricos a través de tutoriales y vídeos que veía en internet. En el pasado trabajaba como informático y tiene conocimientos de Inteligencia Artificial le ayudaron a que desde su taller de Alcalá de Henares promueva la movilidad sostenible.
Personas que no cesaron en sus esfuerzos
Otra de las personas que no cesaron en sus esfuerzos por brindar su granito de arena a mejorar el mundo se trató de Gema Neira. La labor de Neira comenzó cuando acudió a las “redeiras”, las mujeres que tienen un milenario oficio de cuidar el mar y el hogar cuando los hombres salen a su labor. Su sueño era convertir a las redes abandonadas en objetos otra vez útiles y las que no podían ser utilizadas, se transforman en bolsos y mucho más.
El trabajo de Natxo Blanchart iniciado en 2020 podrá ser disfrutado por las próximas generaciones. Su proyecto busca recuperar terrenos infértiles en España para repoblarlos con especies autóctonas que se encuentran en peligro de desaparecer. Una labor que sin duda alguna el mundo futuro que pueda disfrutar de estas especies agradecerá.
Agustina Besada es una argentina que duró seis meses embarcada en una travesía a través del océano con el objetivo de comprobar cuál es el alcance de la contaminación de los desechos plásticos. Y durante un año de confinamiento consolidó su proyecto de una empresa de carácter social que colaborara con las empresas para poder disminuir el uso de plástico y evitar así que este tipo de desechos termine en el mar.
Sin edad para aportar al mundo
No hay edad para dejar un aporte al mundo. Y eso lo sabe Julieta Martínez, quien con solo 16 años y en conjunto con el colectivo chileno “Tremendas”, trabaja de forma activa para reivindicar el papel de la mujer y conseguir que el dialogo intergeneracional sirva para enfrentar los retos del planeta. El movimiento de Martínez considera que hay una inmensa relación entre la mujer y la tierra, y por eso la mujer y el planeta protagonizan una nueva era en la que se busca la sostenibilidad y dignidad.
Soluciones que mejoran vidas
Bárbara de Aymerich y sus alumnos se enfocaron en crear soluciones que mejoren vidas. Aymerich es una exprofesora universitaria que decidió dar un cambio y enseñar a un público infantil en el pueblo de montaña Espinosa de los Monteros. En este lugar fue fundada la escuela Espiciencia que ha logrado transformar esta pequeña zona despoblada del país en toda una comunidad científica infantil que llena de esperanzas y sueños el futuro.
Conciencia medioambiental y el poder terapéutico
Carlos y Débora vienen continuando su road trip en su paso por los pueblos de la Ruta Panamericana mientras crean conciencia ambiental. Su aventura intenta crear este tipo de conciencia en los niños usando los valores del cine para lograr que los niños reflexionen. Tanto Carlos como Débora consideran que si al menos una o dos personas reflexionan tras su paso por las escuelas, entonces habrán tenido éxito en comenzar a cambiar un poco las cosas.
En España, Luis Bejarano está al frente de la asociación El Burrito Feliz. Indudablemente esta asociación tiene un nombre simpático y optimista, y en realidad no puede ser para menos teniendo en cuenta cuál es su objetivo.
La asociación se encarga de 21 asnos que son cuidados para sacar provecho del poder terapéutico de estos animales que ayudan al personal sanitario a liberar todo el estrés y la ansiedad, así como los temores que han acumulado en estos meses de pandemia. Y todo esto en un paisaje tan maravillosos como lo es el Parque Natural de Doñana.
Un sistema para alargar la vida útil
Durante el año pasado Maitane Alonso no perdió tiempo y ocupó todo su tiempo en un sistema para alargar la vida útil de los alimentos.
Esta estudiante de medicina ha llamado la atención internacionalmente con su sistema con el que ha ganado varios premios internacionales e incluso el MIT y la NASA se mostraron interesados en Alonso y su invención.
Guardianes de un Pueblo
Los vecinos del pueblo de Potries, enclavado en Valle de Gallinera se movilizaron para darle valor a su cultura directamente relacionada con el campo y fomentar al mismo tiempo, el trabajo en equipo y el conocimiento ambiental.
Por esta razón no desperdiciaron este tiempo y aunque las dificultades estuvieron presentes, repararon ermitañas dañadas por incendios, recuperar un río que se había convertido en vertedero y hasta transformar una cantera en todo un anfiteatro natural.