El expresidente Trump y su esposa fueron vacunados secretamente contra el COVID-19 antes de dejar la Casa Blanca, según habría informado The New York Times.
La información fue compartida por medios locales y corroborada por un exasesor del expresidente, quien ofreció declaraciones al medio The New York Times sobre que Trump y Melania recibieron en el mes de enero la vacuna antes de dejar la Casa Blanca.
La divulgación de esta información ha generado varias dudas entre el público. Una de las principales tiene que ver con si el expresidente y la exprimera dama fueron los primeros ciudadanos en recibir ambas dosis contra el coronavirus. También se desconoce cuál de las vacunas por E.E.U.U aprobadas para uso de emergencia fue la utilizada, si Moderna o la de Pfizer.
Contraste en la forma de vacunación
Desde la finalización de su período presidencial el 20 de enero, Trump no había aparecido en público hasta su pasada reaparición en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), donde declaró públicamente que todos los ciudadanos deberían ir a recibir su vacuna.
Sin embargo, sus acciones no han estado exentas de algunos cuestionamientos debido a su forma de actuar que contrasta con la vacunación del actual presidente de Estados Unidos Joe Biden, quien recibió de forma pública ambas dosis y alentó al mismo tiempo, a que sus compatriotas siguieran su ejemplo.
La vicepresidenta Kamala Harris también procedió transparentemente al recibir las vacunas en público ante los medios. Mientras que algunos de los republicanos que se han mostrado recibiendo la vacuna en directo fue el exvicepresidente Mike Ponce.
El proceder de Trump se suma a la polémica que se ha despertado luego de la derrota que sigue negando y ante la que declaró, que el Partido Republicano logrará la victoria en las próximas elecciones que enfrentarían las consecuencias de las políticas catastróficas de Joe Biden.
Declaraciones en el CPAC
Tras finalizar su mandato, el expresidente Trump ha calificado de incompetente a la nueva administración, además de realizar una revisión a las políticas y acciones de presidencia, en declaraciones hechas ante Conferencia de Acción Política Conservadora.
Trump señaló especialmente a las nuevas políticas migratorias a las que acusa de ser causantes de reactivar el negocio de los coyotes al aumentar el flujo de indocumentados que de acuerdo al expresidente, solamente enriquece a los carteles criminales y a los más malvados contrabandistas.
El “socialismo radical” también se convirtió en uno de los puntos atacados en relación al manejo del nuevo gobierno de las políticas económicas, sanitarias, militares, ambientales y de relaciones exteriores.
No se dio un anuncio oficial sobre una próxima candidatura para reconquistar la presidencia, pero su discurso hizo pensar a muchos en una campaña que dejaría abierta la posibilidad de una candidatura para la reelección.
En palabras de Trump, los demócratas perdieron la Casa Blanca, pero él podría decidirse a vencerlos por “tercera vez”. Además de asegurar la existencia de un inexistente fraude y negarse a reconocer su derrota presidencial.
Los seguidores de Trump escucharon el discurso que esperaban de su líder y aseguraron que en las últimas elecciones hubo “trampa” y por ello perdió la presidencia. Las palabras del expresidente dejaron al público seguidor eufórico, aunque no se hizo mayor hincapié en los cuatro juicios que enfrenta Trump por cargos criminales ante las cortes judiciales de Estados Unidos.
Trump se había contagiado de COVID-19
En el mes de septiembre Trump y su esposa Melania dieron positivo para coronavirus y el expresidente debió ser hospitalizado.
Luego de dar positivo en el test de COVID-19 comunicó a través de las redes sociales que iniciaría de inmediato la cuarentena y el proceso de recuperación.
Durante tres días permaneció internado en un hospital de Washington DC, para recuperarse satisfactoriamente luego de la administración del fármaco experimental de anticuerpos de Regeneron y al antiviral de Remdesivir que contribuyeron a su recuperación.
De acuerdo a un funcionario gubernamental, a mediados de diciembre se comentó que la vacuna no se administraría a Trump hasta que el médico de la Casa Blanca no diera su recomendación oficial.
El contagio del expresidente estuvo relacionado con otra de las polémicas que tuvo durante su mandato en la que reconoció que minusvaloró a propósito al inicio de la pandemia la gravedad de la situación que causaba el virus para no despertar el pánico entre los ciudadanos estadounidenses.
Además, también se negó a usar mascarilla tal y como recomendaban las medidas para la prevención del contagio por el virus del coronavirus, aun cuando la pandemia empeoraba con una gran cantidad de casos que eran contabilizados a diario. Una actitud que difería de las apariciones públicas de Joe Biden y sus opiniones que invitaban a no dejar de usar la mascarilla y seguir las medidas necesarias para no contagiarse y expandir la crisis sanitaria causada por el virus.
Trump y COVID-19
El expresidente de E.E.U.U tiene todo un historial de declaraciones que menospreciaba la seguridad en medio de la situación de pandemia. Algunas de las opiniones que despertaron más polémica fueron desde negar el uso de la indispensable mascarilla hasta que beber lejía ayudaba a matar el virus.
Para el mes de enero de 2020 se anunciaba el peligro para E.E.U.U de la llegada del virus mientras que por su parte, Trump rechazaba que existiera un peligro real para la nación. Su relación con la mascarilla tampoco ha sido la mejor ya que desde el inicio se negó a usarla y puso en duda que fuera eficaz.
A medida que la pandemia se propagaba, aseguró que el calor era una ventaja que ayudaba a matar el virus y medida que la temporada calurosa llegara, los casos disminuirían. Otra de sus opiniones que despertó mucha polémica fue su sugerencia de que las luces ultravioleta y las “inyecciones” de desinfectante como lejía podrían acabar con el virus, aunque luego afirmó que sus palabras solo fueron dichas en forma sarcástica sin ser una afirmación real del tratamiento contra el COVID-19.