No cabe duda alguna de que muchas personas al encontrarse con un nivel adquisitivo cómodo, comienza a pensar si quizá el adquirir joyas pueda ser una buena idea. En ocasiones hay personas que simplemente deciden darse un lujo al lucir sus joyas. Pero otras personas las compran con el fin de tener un ahorro, de tal forma que al momento de encontrarse en una crisis económica, quizás las joyas sean una excelente solución para salir de ellas. Mientras que por otra parte hay quienes aseguran que ellas se revalorizan, por lo que se trata de una inversión ya que no solo recuperas lo que has gastado en ellas, ganas un poco de dinero extra sin ningún esfuerzo. Pero ¿Realmente es así?, ¿Las joyas son un lujo o una inversión?
Lo que debes considerar antes de comprar una joya
Antes de pensar en comprar joyas como una forma de ahorrar o invertir, primero que nada debes conocer muy bien el negocio. Es decir, en este caso debes tener en cuenta ciertos aspectos que influirán en el precio de la compra-venta. Como por ejemplo:
La pureza
Al momento de hablar de joyas, debes tener claro de lo que vas a adquirir, por ejemplo su pureza es importante, un mineral amalgamado con otros metales tiene un valor menor a un mineral que se encuentra en su estado más puro. En el caso del oro puedes encontrar diferentes tipos, como por ejemplo de 14, 18 y 24 quilates. Mientras más quilates tenga, quiere decir que mayor es la pureza del mineral, por ende mayor es su peso y por supuesto mejor es su precio. Lo mismo ocurre con los diamantes, además debes enfocarte muy bien en la condición de la joya, el color, la claridad o el corte.
El precio en el mercado
Esto es algo que puede variar dependiendo de la oferta y demanda. De tal forma que a pesar de tener una joya de oro de 24 quilates, esto no te da seguridad de que el día de mañana puedas venderla al mismo precio, más caro o más bajo de lo que lo compraste. Lo mismo ocurre con la compra y venta de cualquier divisa, criptomoneda, propiedades o cualquier otro objeto… El precio es algo que siempre ha de estar dependiendo de la oferta y demanda. Pero en el caso de vender una joya debido a una crisis financiera, seguramente querrás el dinero rápido, por lo que tendrías que venderlo a un precio muy económico y la pérdida sería notable, pues seguramente estará por debajo de lo que invertiste en ella.
El diseñador
Esto es un factor muy importante, especialmente para los coleccionistas. En ocasiones más allá de tratarse de una joya realizada con un metal puro, la clave se encuentra en el diseñador, cuanta más fama haya tenido el artista mayor ha de ser el valor de la joya con el pasar de los años. Pero no te olvides de en ese caso contar con un certificado de autenticidad, de tal forma de que si decides venderlo el día de mañana, no tengas problema alguno en demostrar que en efecto se trata de una pieza original por parte de un reconocido diseñador.
Por ejemplo en el caso de las pinturas antiguas, realmente el valor como tal del material es irrelevante, un lienzo viejo pintado con oleo de hace muchas décadas no tiene mayor valor. Pero si dicho lienzo ha sido pintado por Leonardo Da Vinci, definitivamente tendrá un alto valor comercial. Ahora volviendo al tema de las joyas, lo ideal es contar con una pieza genuina de diseñador que si bien lo más probable es que no será nada económica adquirirla, probablemente en un futuro su valor aumente a pesar de que el material se haya degradado un poco con el tiempo.
Las comisiones u honorarios
Al momento de comprar o vender una joya es usual que haya intermediarios por medio. Por lo que siempre habrá una tercera persona dispuesta a cobrar honorarios y según las legalidades requeridas habrá comisiones que se deben pagar. Siempre es bueno que te informes bien al respecto antes de comprar una joya.
Impuestos
Depende del país donde te encuentres, las leyes pueden imponer impuestos en las joyas que vayas a comprar. Por ejemplo en EE.UU se considera que los metales preciosos y las gemas son objetos de colección. Por lo tanto las ganancias por la venta de oro y joyas están sujetos a impuestos con algunas excepciones.
Como veras pensar en comprar joyas como método de ahorro o inversión quizás no sea la mejor alternativa, además de ello debes tomar en cuenta el comprar una pieza que al menos sea de tu agrado. Pues en el caso de que finalmente decidas no venderla, al menos tendrás el gusto de tener una joya para lucir en el momento que o desees. Sin embargo debes tener en cuenta la inseguridad que ello conlleva. Tener una joya por supuesto que llamara la atención, especialmente la atención de los delincuentes, por lo que si no quieres arriesgar tu vida y perder tu dinero también debes considerar la seguridad con la que debes contar.
El tener una joya es una gran responsabilidad y definitivamente no se debe utilizar en cualquier lugar. Por lo que en ocasiones muchas personas prefieres simplemente no utilizarlas, pensando que quizá en algún momento se dé la ocasión o que podrán vender una joya en caso de emergencia. Por supuesto siempre es una alternativa vender cosas en un momento de crisis económica. Pero la idea principal es en ese caso adquirir cosas que realmente en un futuro puedas tener ganancias extras además de su valor neto. De resto no es algo que tenga sentido.
En pocas palabras las joyas lejos de ser una inversión, se trata principalmente de un lujo. Un lujo que bien en algún momento podría llegar a ser una gran ayuda en un momento de crisis financiera pero es poco probable que permita aumentar tu patrimonio a menos que se trate de alguna pieza genuina de un importante diseñador.