La operación de colocación de deuda internacional de bonos verdes llevada a cabo el 28 de abril cerró con 157 inversores de 19 países.
Andorra lanzó una emisión especial de deuda internacional en las que los bonos verdes alcanzaron un valor de 500 millones de euros. Esta operación despertó un gran interés internacional al punto que la oferta casi se quintuplicó.
Las peticiones reunieron un interés de inversión de unos 2.400 millones de euros. Parte de los inversores interesados en bonos verdes sociales y sostenibles fueron Andorra, España, Alemania, Suiza, Reino Unido, Luxemburgo, Eslovenia, Portugal, Israel, Eslovaquia, Holanda, Italia, Austria, Estados Unidos, Mónaco, Finlandia, Bulgaria y Bélgica.
Una emisión de deuda histórica
La emisión de esta deuda fue considerada como histórica debido a que ha sido la de mayor volumen y duración de todos los tiempos en Andorra.
Para esta operación se estableció un plazo de vencimiento de 10 años que permitirá que la media de la deuda de Andorra alcance los 5,1 años. Esto permitiría ir más allá de la duplicación del vencimiento que actualmente se ubica en 2,2 años.
Eric Jover, ministro de Finances del principado, comentó “es un salto cualitativo para la gestión de la deuda andorrana y refuerza la resiliencia del Estado, ya que permite reestructurar la deuda diversificándola”.
De acuerdo a Jover esta emisión ha permitido conocer a nuevos inversionistas que interactuarán con la economía andorrana. Además explicó que sin la adhesión al Principado al Fondo Monetario Internacional (FMI) (realizada en octubre del año pasado) esta emisión no podría ser posible.
Marc Ballestà, secretario de Estado de Asuntos Financieros Internacionales y el ministro afirmaron que se harán presentaciones a inversores internacionales pertenecientes a las principales plazas financieras. Todo este proceso ayudaría a fijar las condiciones exactas para sobre el interés asociado, volumen y vencimiento.
Bonos verdes para recuperar la economía
Sin duda alguna la pandemia de COVID-19 trajo consigo un gran número de consecuencias que repercutieron negativamente en la economía. Sin embargo, la necesidad de recuperación económica en tiempos de pandemia ha marcado un antes y un después en esta área.
Numerosas empresas han puesto a prueba su capacidad para encontrar soluciones viables que mantengan a flote la economía. Las acciones buscan poner a prueba cuál es la mejor manera de afrontar esta situación global.
Y en medio de todo esto, Iberdrola se convirtió en una de las primeras empresas en emitir la emisión de la deuda de bonos verdes ante la crisis.
Esta compañía es una referente mundial en financiación y es reconocida por ser una de las primeras energéticas españolas, pero ahora ha dado un nuevo salto como uno de los mayores utilities bursátiles del mundo.
Iberdrola hizo el anuncio de continuar invirtiendo para contribuir a la recuperación de la economía y el empleo. Y por ello en 2020 planteó la inversión de 10.000 millones de euros, que en su mayor parte serían destinados a la digitalización de sus redes y nuevas instalaciones renovables.
Los bonos verdes cobraron mucha más fuerza en 2020 influenciados por el contexto de la pandemia. Previo a la emisión de la deuda de bonos verdes, la compañía había logrado emitir alrededor de 11.000 millones de euros en bonos verdes.
La primera emisión de bonos verdes de esta compañía fue en 2014, para seguirle para seguirle las de los años 2016, 2027, 2018, 2019 y finamente, la emisión de 2020.
Financiación y refinanciación de los bonos verdes
El atractivo de los bonos verdes está en que su objetivo es la inversión y que sean socialmente sostenibles en áreas relacionadas con la eficiencia energética, gestión responsable de recursos, energías renovables y transporte limpio.
Los bonos verdes están basados en ciertos principios específicos:
- Son usados para proyectos que beneficien al medio ambiente.
- Los emisores de bonos verdes deben comunicar a los inversores cuáles son los objetivos de sostenibilidad ambiental con transparencia y permitir una revisión interna y externa.
- Quienes emitan este tipo de bonos actualizarán de manera periódica la información sobre el uso de los fondos y cuáles han sido los beneficios ambientales obtenidos.
- La gestión de fondos será controlada por el emisor de una forma transparente, y se permitirá una revisión complementaria de un auditor.
- Están alineados con los principios sobre la taxonomía de la Unión Europea que fomentan la inversión privada orientada hacia el crecimiento sostenible y una contribución a una economía que sea climáticamente neutra.
Este tipo de bonos se han consolidado como una de las grandes alternativas de la financiación en tiempos en que las empresas tienen una mayor conciencia de la sostenibilidad.
Su crecimiento ha sido tanto que en 2016 logró superar los 87.000 millones de dólares a nivel global. La diversificación y otros factores han contribuido a través de los años a este auge de los bonos verdes.
Claves en el crecimiento de bonos verdes
Una de las claves en el crecimiento de bonos verdes es el incremento de la participación de nuevos emisores del sector financiero y corporativo.
En Europa y América el impulso que han tenido los bonos verdes ha sido considerable, aunque es en China donde existe el mayor crecimiento de inversores. La emisión de bonos verdes se ha disparado en España, batiendo récords que ni siquiera la pandemia ha logrado detener.
El Observatorio Español de la Financiación Sostenible (Ofiso) ha afirmado que los bonos verdes están avanzando considerablemente y que en los próximos meses está tendencia al crecimiento continuará.
Los bonos verdes en la financiación de proyectos que generan beneficios medioambientales se están convirtiendo en grandes protagonistas de la economía.
Desde 2014 la financiación sostenible en España se multiplicó 18 veces su volumen. Cada vez hay más entidades financieras privadas que apuestan por este tipo de inversión.
No existe un criterio complemente homogéneo para la calificación de los bonos, pero se intenta que todos se alineen con con los Green Bon Principles (GBP), que han sido establecidos por la Asociación Internacional del Mercado de Capitales (ICMA).