El avance de la tercera ola de coronavirus en España ha causado que se eleven las cifras de ciudadanos en paro tras cinco años.
Las cifras de personas en paro habían disminuido durante los últimos cinco años, pero la tercera ola de coronavirus ha traído un incremento en el índice de paro. Desde que comenzó la pandemia las cifras de paro aumentaron en comparación con años anteriores, pero con la llegada de esta tercera ola de COVID-19 el golpe ha sido sin duda alguna directamente fuerte.
Cuatro millones de parados
Hasta el momento se han registrado en las oficinas de empleo más de cuatro millones de parados. Estas altas cifras se han visto impulsadas diversas restricciones que se impusieron durante esta tercera ola.
Para el mes de febrero se registraban 44.436 personas y las cifras de parados llegaron a los 4.008.789; números que cabe destacar se registraban desde abril de 2016. Por otro lado, los afiliados al Seguro Social crecieron alrededor de unos 20.000 cotizantes empleados, según la información dada por los Ministerios de Trabajo y Seguridad Social.
En otros años estos índices era mucho menor, mientras que el porcentaje de los afectados por ERTE se incrementaron a 91.500.
Cómo afecta a las empresas
Las cifras de paro se relacionan con el agotamiento que han sufrido muchísimas empresas. La crisis que ya lleva un año de duración terminó pasando factura a diversos sectores de servicios. Y esto ha sido algo más que claro durante el mes de febrero cuando usualmente, es el mes de transición de empleo que se mide a través de la afiliación al seguro social, pero este año la media sufre un rebote luego del hundimiento el mes anterior.
La contratación en las empresas ha caído, al igual que la agricultura. En ambas áreas las restricciones han afectado directamente, como en el caso de la agricultura donde al finalizar la campaña de aceitunas no se ha acercado de ninguna manera de compensar la caída en otros sectores.
Registro del paro
El registro del paro señala que el tercer golpe de la pandemia afectó a toda España. Las principales consecuencias de este golpe se reflejan en las limitaciones que fueron impuestas a la actividad comercial y a la movilidad general con mucha fuerza en todo el país, a excepción de Madrid.
El mes de febrero finalizó con la cifra de 900.000 trabajadores en situación de empleo suspendido o con jornadas de trabajo con horas reducidas. Esto representa un crecimiento sobre los 740.000 trabajadores que fueron registrados en enero pasado. Aunque las cifras se corrigen casi de forma diaria debido a la falta de ajuste comunicativo entre el ERTE, el proceso de trámites y el alta definitiva.
A causa de esta corrección de las cifras cuando se vuelven a analizar los datos puede encontrase que la situación ha tenido una ligera mejoría si la comparamos con los 900.000 empleados del de enero, lo que muestra que poco a poco las cosas han ido cambiando.
Pero cuando se toman en cuenta los datos medios los cuales son los que mejor determinan el comportamiento durante el mes, el resultado final cambia y se tienen unos 91.511 afectados más, que suman en su totalidad 910.000.
Estas cifras dejan también fuera de la ecuación del mercado laboral, las consecuencias que tiene las campañas agrícolas, dando como resultado una baja de más de 30.000 personas que debe comprobarse.
La seguridad social en 2012
18.850 es la cifra de afiliados a la seguridad social hasta ahora, cifras que mantienen a muchos en espera de si en el mes de marzo estos índices se confirman como una cifra real o si tal vez el alivio a muchas de las medidas de restricción que vienen siendo tomadas desde el inicio de la pandemia en distintas comunidades, podrá ayudar a que la situación en el área laboral mejore esta temporada.
Se espera también los datos de confirmación de la encuesta de población activa próxima a realizarse, y que servirá como un medidor mucho más claro sobre la situación real del campo de trabajo. Sin embargo, desde ya se tiene en claro que este primer semestre de 2021 no ha sido en absoluto igual al de 2020, lo que ha mejorado el ánimo que habían dejado las predicciones de los analistas que planteaban un peor escenario.
Las ayudas no son suficientes
Las cifras que se conocen hasta el momento muestras que las ayuda a los autónomos; que en el mes de febrero alcanzó unos 361.000, demostró que las ayudas no son suficientes para sostener a las empresas. Algo que se ha subrayado en un momento en el que se debate sobre un nuevo plan de ayudas especialmente enfocado en el sector de hotelería y de comercio.
Por su parte, el BCE resaltó que el gobierno de España es uno de los países que ha concedido menos ayudas para contribuir a evitar la caída económica causada por la crisis de la pandemia en todos los sectores.
Joaquín Pérez Rey, Secretario de Estado de Empleo, realizó declaraciones tras realizar un análisis a los datos conocidos y expresó que los datos demuestran que las ayudas no bastan para superar este problema. Pero a pesar de sus opiniones no aclaró si considera que debe darse ayuda directa a las empresas para ayudarlas a mantenerse en pie, aunque se ha mostrado partidario de ofrecer más ayuda al sector privado.
Además de esto, Pérez Rey aclaró que el Banco de España, los agentes sociales y el Consejo Económico y Social, fueron convocados para comenzar a trabajar en un diagnóstico compartido de la situación con el fin de encontrar soluciones a un problema sanitario que ha afectado al mercado, y ante el que deben buscarse alternativas de blindar al sector de trabajo de las consecuencias de este tipo de crisis mundial.
Seguridad Social espera que los malos datos que se tienen no trunquen las posibilidades de pensar que será posible una evolución positiva de la situación durante los próximos meses.