Según una investigación publicada por Public Health Scotland, tanto la vacuna de AstraZeneza como la de Pfizer contra el coronavirus son igual de efectivas sin importar la edad.
El estudio realizado por la agencia pública de Escocia reveló que ambas vacunas han demostrado ser eficaces al ser aplicadas en personas que estén en un rango de edad mayor a 18 hasta aquellas personas que son mayores de 80 años.
El estudio tomó como base los datos de más de 1.1 millones de personas que fueron vacunadas en Escocia. Aproximadamente la mitad de los individuos que fueron inmunizados recibieron las dosis de AstraZeneca, mientras que la otra mitad fue vacunada con las de Pfizer-BioNTech.
¿Qué dicen los resultados?
Los detalles de la investigación mostraron que se reduce en un 94% los riesgos de ser hospitalizado por COVID-19 con la vacuna de AstraZeneca, y un 85% con las dosis de Pfizer. Los resultados fueron calculados tomando como base las hospitalizaciones de las personas vacunadas contra aquellas que no lo habían sido de acuerdo a la edad.
Para la población mayor los resultados también resultan alentadores. Y es que el estudio mostró que los mayores de 80 años el índice de riesgo de hospitalización se reduce en un 95% con AstraZeneca y un 81% al usar las dosis de Pfizer.
La investigación fue publicada vía internet como un estado de “prepublicación”, aunque aún no ha sido llevado a una revista científica. Por ahora el estudio busca mostrar el resultado del análisis relacionado con los efectos de la vacunación tras haber recibido la primera dosis en la vacunación.
No queda demostrado cuál vacuna es más eficaz
A pesar de los datos que ha arrojado este estudio se resaltó que no se puede determinar cuál vacuna es más eficaz, ya que el análisis fue hecho en base a la primera dosis y por ello es imposible deducir que AstraZeneca es superior a Pfizer sin completar la segunda dosis.
Sin embargo, este resultado ha sido suficiente para que se destaque la necesidad de que España reconsidere la decisión que había tomado de poner restricciones en personas menores a 55 años a la vacuna de AstraZeneca.
Cambios en las restricciones de los países
Otros países también han reconsiderado su postura sobre la vacuna de AstraZeneca luego de la publicación de este estudio sobre ambas vacunas.
En el caso de Alemania, esta investigación se convirtió en uno de los motivos de mayor peso para cambiar su decisión de no aprobar la vacuna de AstraZeneca para mayores de 65 años. Con respecto a esto se conoció que Alemania pronto publicará nuevas recomendaciones para la aplicación en personas con más de 65 años para la vacuna de AstraZeneca.
Por otro lado, Italia cambió su decisión de restringir la vacuna a todas aquellos menores de 55 años, al igual que lo hizo España. Mientras que el gobierno de Bélgica se encuentra estudiando qué decisión tomará luego de conocer estos resultados.
España sin reconsiderar su decisión
Aunque otros países han reconsiderado su decisión inicial tras el estudio, España sigue sin hacerlo. Hasta el momento no se ha comunicado ninguna revisión sobre la revisión de la edad para ser considerado candidato a recibir las vacunas en estas fases del plan de inmunización.
Esta decisión por parte de España de no reconsiderar los límites de edad ha generado que ciertos grupos de población que presentan riesgos de bajos de sufrir complicaciones de gravedad a causa del coronovirus, sean la población que recibe las vacunas mucho antes que los grupos con mayor riesgo de complicaciones graves.
Obesidad y eficacia de las vacunas
De acuerdo a un estudio que se llevó a cabo en Italia en el que participaron treinta científicos y que fue publicado por The Guardian, las vacunas contra el coronavirus podrían ser menos eficaces en aquellas personas que sufran de obesidad.
La investigación que aún no se encuentra publicada en una revista científica, tomó como grupo de investigación a 248 trabajadores del sector sanitarios en los que observó que las vacunas podrían tener un índice menor de efectividad en las personas que sufren de obesidad.
El estudio reveló que la razón tras esto es la cantidad de anticuerpos que produce una persona obesa en comparación con la producida por una persona dentro de un rango de peso saludable. Quienes padecen de obesidad producen un aproximado de la mitad de los anticuerpos que produciría una persona sana luego de ser vacunada con las dos dosis de Pfizer.
La generación de anticuerpos diferiría en gran medida de acuerdo a factores claves como el sexo, el índice de masa corporal (IMC) y la edad.
Un nivel menor de producción de anticuerpos
Los participantes del estudio con una masa mayor a 30 IMC produjeron solo la mitad de los anticuerpos. Esto es algo que se observó desde el inicio de la pandemia cuando se encontró que las personas obesas presentaban un mayor riesgo de desarrollar síntomas del COVID-19 graves y sus probabilidades de morir se incrementaban hasta un 48%.
Aunque el estudio no detalla si esta “mitad” de los anticuerpos que se conservan son suficientes para que la vacuna sea eficaz o si debería entonces reforzarse con una tercera dosis para que la inmunidad sea adecuada.
Estos hallazgos sirvieron para que los científicos resaltaran que es adecuado hacer un seguimiento al proceso de vacunación e las personas obesas, en especial si se tiene en cuenta que el número de países en los que la obesidad es un problema ha crecido durante los últimos años. Los datos aportados por la OMS muestran que un 39% de los adultos en el mundo sufre de sobrepeso y un 13% está dentro de la clasificación de obeso.
Asimismo, otro de los resultados sugirió que las personas delgadas y jóvenes al igual que las mujeres poseen una capacidad mayor de respuesta humoral que las personas de mayor edad, los hombres y aquellas personas que tienen sobrepeso.