La moda está sufriendo uno de sus perores golpes y para sobrevivir ha tenido que adaptarse y comenzar a dejar atrás el “usar y tirar”.
El sector de la moda está aplicando una reconversión en todos sus sectores con el fin de sobrevivir a los embates de los nuevos tiempos. Para generar empleo sectores como calzado y textil están apostando por la sostenibilidad para generar nuevos empleos.
La caída de ventas en la moda se registra como una de las más grandes desde hace años, propiciadas por las medidas restrictivas en lo social y comercial.
Pero la moda no se ha detenido ante las dificultades. Los acontecimientos ocurridos les han convencido de que el rumbo a tomar es apostar a por la economía circular y la sostenibilidad. Esta nueva decisión de objetivo económico tiene la finalidad de adaptar la industria a las nuevas tendencias del mercado y a los gustos de los consumidores que cambiaron totalmente durante los últimos meses de pandemia.
La meta es alcanzar los primeros puestos para cuando llegue el momento en que la normalidad empiece a tocar nuevamente a nuestras puertas, la recuperación económica esté a un solo paso del camino.
El golpe del COVID-19 contra la moda
La pandemia de COVID-19 ha generado uno de los panoramas más desoladores para la moda española. Para el sector textil el golpe en facturación del año pasado estuvo en los 14.800 millones de euros, sufriendo una dura caída de 25%. Por otro lado las ventas del sector calzado no estuvieron muy alejadas de estas cifras ya que el descenso se situó en 4.000 millones de euros, que representa un desplome de 27%.
Diversos factores han influido en este desplome: el confinamiento desde el comienzo de la pandemia, las restricciones de movilidad y las prohibiciones de eventos como fiestas y bodas en general. Todo esto ha sido un golpe muy brutal para la industria de la moda española. Aunque este impacto no solo está afectando a España, sino que en todos los países del mundo el golpe del coronavirus se resiente con igual fuerza.
La caída para todos los sectores de la moda en conjunto registró un total de descenso de ventas externas de 21.200 millones de euros, lo que la sitúa en 18,5%.
Las tiendas no han podido vender toda la mercancía que tenían y su capacidad de compra se ve disminuida, pero los expedientes de regulación de empleo (ERTE) y los préstamos ICO están ayudando al amortiguamiento del empleo y así evitar un desplome financiero. Sin embargo, aún falta mucho para una normalización y recuperación definitiva.
Las empresas como las del sector textil están encontrando un camino en la sostenibilidad. En parte este nuevo rumbo tiene que ver con las nuevas normas europeas y las exigencias de los clientes.
El coronavirus y toda la situación mundial ha causado que el sentimiento generalizado sea de concienciación y por ello, las empresas tienen presente que hay un camino a seguir.
Recolocación para sobrevivir
Anteriormente la industria de la moda se centró en la descolocación para reducir los costes, pero ahora las cosas se están dando a la inversa.
Otra de las razones además de haberse dado cuenta del impacto que esto genera al planeta, es que esta decisión permite generar más empleos y riquezas dentro del país.
La Federación de Industrias del Calzado Español (FICE) que las restricciones causaron un cese de la vida social, lo que se tradujo en una caída de 40%.
Para el sector calzado esta caída está resultando especialmente dramática debido a que el esquema de trabajo es mediante adelantos, por lo que ya han perdido cuatro colecciones. La salvación de la quinta colección que viene en camino está en manos de la vacunación.
A pesar de este descenso el sector calzado aseguró que seguirá aportando novedades para ir a la par con la moda, pero la producción disminuirá su volumen.
La economía circular es un factor en el que cada vez más empresas de calzado están incidiendo. Los consumidores buscan con más frecuencia un productico sostenible y por ello muchas de las empresas que nacen persiguen este objetivo.
Apelando a la calidad para la sostenibilidad
La sostenibilidad a la que la moda intenta apelar pasa por el sistema de calidad. También se tiene en cuenta que por ejemplo, adquirí una docena de camisas a un precio de oferta no significa que estés contribuyendo a la sostenibilidad ya que la falta de calidad en una prenda producirá mucho más residuos en un tiempo menor.
La solución está en comprar prendas de mayor calidad que sean más sostenibles y que a pesar de tener un costo un poco más elevado, durarán mucho más en comparación con los otros tipos de prendas.
El mundo de la alta costura de los trajes nupciales es otro de los sectores de la industria que está sintiendo el impacto. Las empresas de organización de bodas y vestidos para novias están paralizadas casi por completo. Y a menos que haya cambios drásticos o reciban ayuda antes de que finalice el 2021, corren el riesgo de morir y arrastrar en su caída a los artesanos y proveedores de suministros.
Para hacer frente a la caída algunas firmas están apostando por alternativas como colecciones de mascarillas y la incursión en el área del mobiliario y la decoración.
Concienciación y compras online
Las empresas están considerando hacia dónde se dirigen los gustos actuales de los clientes y si estos prefieren o no productos más sostenibles, pero el público joven suele responder mejor al mensaje de concienciación.
El consumo a través de internet también se ha convertido en uno de los factores que ayudan a la industria a mantenerse. En el caso del sector calzado, registraron una caída de 30%, pero su última colección está teniendo una pequeña luz con el consumo online que se está disparando con fuerza dentro de la economía circular.
Se busca seguir el concepto del reciclado en los sistemas de producción y aplicar la sostenibilidad en diversas líneas de calzado.
Fuentes: https://www.elperiodico.com/es/activos/entender-mas/20210321/moda-deja-usar-tirar-11591204