Sanidad ha activado nuevas consultas de Atención Primaria ante el incremento de la demanda en consultas de atención mental.
La pandemia ha traído consigo mucho más que consecuencias en lo económico y en lo político a nivel mundial. Factores como las medidas de restricciones, el confinamiento y la falta de contacto social se han sumado con el miedo a contagiarse con el virus y los problemas económicos, familiares y el proceso de duelo que toda esta situación trajo consigo.
La salud mental de la población se ha visto afectada. El COVID-19 no solo tiene impacto en lo sanitario sino que las secuelas también se hacen presentes en lo emocional.
Actualmente se han tenido que tomar medidas para hacer frente a la “pandemia” de estrés y temor que está desatando. Los trastornos de sueño, el estrés, el miedo, la angustia y la ansiedad son cada vez más comunes entre la población luego de meses de confinamiento y situaciones de tensión ante una crisis sanitaria con la cual aún debemos lidiar.
Activación de consultas
El incremento de los casos de parte de personas que atraviesan este tipo de situaciones ha hecho que los psicólogos y psiquiatras de Aragón en una decisión conjunta con el gobierno, activaran consultas monográficas con el objetivo de brindar atención desde las consultas de Atención Primaria.
La activación de estas consultas busca prevenir que ciertos casos emocionales terminen convirtiéndose en patologías mucho más severas. Para la Consejería una de las principales prioridades en esta pandemia es potenciar la atención de Salud Mental. La asistencia de consultas relacionadas con la salud mental tiene un gran déficit de recursos y de una eficiente integración con la red de asistencia social que se registra históricamente.
El surgimiento de dramas que afectan a grandes grupos sociales deriva en un incremento del riesgo de aparición de síndrome de estrés postraumático entre las personas.
Hay un mayor número de procesos ligados a la soledad y a los duelos no resueltos y el impacto de la pandemia tanto a nivel social como económico. El Director General de Asistencia Sanitaria, José María Abad, comentó que puede no haber un incremento notable de patologías mentales graves, pero los casos existentes sí podrían agravarse en gran medida.
Se han activado 18 consultas monográficas en Atención Primaria dirigidas a las personas que acuden a los centros de salud y que tienen manifestaciones de angustia, miedo y estrés.
70 profesionales de distintos sectores han sido formados y se ha anunciado que la instrucción continuaría hasta octubre. Los recursos disponibles son limitados, pero la prioridad es centrar los esfuerzos en las campañas de vacunación contra el coronavirus.
Oleada final de COVID-19
La necesidad de servicios de salud mental se ha incrementado. Esta situación ha hecho que se reconozcan las numerosas carencias existentes en salud mental y cuánto es necesario que se dote al sistema de profesionales especializados que se ocupen de los casos que aumentan cada vez más.
Aragón arrastra históricamente un déficit de profesionales de la psicología. Su ratio de sanidad pública por 100.000 habitantes se ubica en 4, lo que la sitúa por debajo de Europa y España, quienes ocupan un ratio de 6 8 respectivamente. La carencia contrasta con una demanda de atención que es cada vez mayor.
La oleada final de COVID-19 traerá la oleada de salud mental. Las personas se están agotando psicológicamente y los recursos se agotan. La incertidumbre y el agotamiento se incrementan debido a la incertidumbre que trae el no conocer cuándo llegará la solución final a la crisis de la pandemia.
Perfiles variados
Las personas que están presentando esta necesidad de atención en consultas primarias de salud mental son de distintos orígenes y tienen diferentes síntomas.
Hay quienes desarrollaron un profundo miedo a contagiarse coronavirus, mientras que otros sienten fatiga pandémica e incluso reaccionan de forma depresiva y ansiosa ante la incertidumbre del panorama.
El deterioro neuropsicológico se viene dando de manera más profunda en aquellas personas que han vivido una experiencia traumática por duelo. A estos perfiles de casos se suman aquellos que no han padecido de COVID-19 ni atravesaron situaciones de duelo, pero las consecuencias económicas que se generaron les causa mucha rabia e impotencia.
Los profesionales de la salud se han visto igualmente afectados a nivel emocional en esta pandemia. Al enfrentarse en primera línea contra el coronavirus las secuelas de estrés postraumático están aumentando entre la población del personal sanitario en general.
Tras todo este tiempo ahora es cuando finalmente se están viendo las secuelas y el verdadero nivel de impacto que tienen en la población en general.
Incremento en los índices de estrés postraumático
Los índices de estrés postraumático y de insomnio se multiplicaron al doble. Las patologías que ya habían sido previamente diagnosticadas actualmente se ven descompensadas, y los duelos que no han logrado ser superados llenan a muchas personas de incertidumbre.
Todos estos factores que en la actualidad se concentran son una especie de “caldo de cultivo” que causa que no queden camas libres en las plantas de psiquiatría de la comunidad de Aragón. Los trastornos de alimentación también se incrementaron en relación con la pandemia.
El doctor Valero Pérez Camo, jefe de servicio de Psiquiatría del Hospital Clínico, aseguró que está por venir una oleada de necesidad de atención en Salud Mental, debido a las circunstancias que predisponen la aparición de patologías y el agravamiento de las previamente diagnosticadas.
La inversión en Salud Mental siempre ha tenido mucha importancia, pero hoy en día esta es una necesidad más grande. Mientras que en Europa se destina un 7% para invertir en salud mental, en España la inversión no llega ni siquiera al 5, aun cuando se ha demostrado que este es un plan de acción rentable.
Por ahora la DGA se encuentra trabajando en un nuevo plan de salud mental que tiene como meta el 2025, mientras las consultas de atención primaria para la salud mental se mantienen activas.