Un matrimonio turco-alemán es la pareja desarrolladora tras el proyecto de la vacuna contra el COVID-19 de Pfizer/BioNtech.
Ugur Sahin y Özlem Türezi es el matrimonio turco-alemán que ha recibido el reconocimiento de Orden al Mérito de la República Federal de Alemania, la más importante de las distinciones científicas del país.
La pareja fundadora de BioNTech pasó de ser prácticamente desconocidos para el mundo; más allá de las comunidades científicas y otras relacionadas, a ser galardonados con el máximo reconocimiento por el desarrollo de una vacuna capaz de salvar vidas.
De Turquía a la investigación en Alemania
Ambos investigadores son de origen turco, pero han vivido desde la infancia en Alemania. El padre de Ugur Sahin, quien es el director ejecutivo de BioNTech; era un humilde inmigrante turco que trabajó en una fábrica de Ford y que trajo a su hijo consigo a Alemania cuando Ugur tenía tan solo 4 años de edad. Mientras que Özlem, nació en Alemania, luego de que su padre llegara desde Turquía hasta el país germano para trabajar como médico en un pequeño hospital.
Se conocieron hace más de dos décadas cuando estudiaban en la Universidad del Sarre. En el 2002 contrajeron matrimonio y en la actualidad, tienen una hija adolescente. Desde su matrimonio han estado trabajando juntos en el campo de la investigación. Un esfuerzo que en 2008 dio uno de sus frutos cuando el laboratorio abrió sus puertas.
Sahin tiene una especialización en oncología e inmunología y desde 2014 imparte clases de oncología experimental en la Universidad de Maguncia. Por su parte Türeci, es una reconocida profesora de la Universidad Johannes Gutenberg de Maguncia y además, lidera el grupo investigador de inmunoterapias individualizadas.
Las investigaciones de la pareja han estado enfocada durante años en la oncología y el desarrollo de un tratamiento efectivo contra el cáncer. Estudios que fueron la clave para el rápido desarrollo de la vacuna contra el COVID-19.
Una vacuna desarrollada en menos de un año
La vacuna de BioNTech fue desarrollada en una especie de carrera contra el reloj mientras la pandemia avanzaba en todo el mundo.
Menos de un año tardaron en desarrollar una vacuna contra el COVID-19. La razón de este acelerado proceso se debió a que la pareja investigadora venía trabajando desde hace dos décadas en un tratamiento contra el cáncer. El objetivo de su investigación en este campo es que los pacientes reciban un tratamiento especialmente adaptado a cada padecimiento, ya que la mutación de las células cancerígenas es un proceso que se da diferente en cada paciente.
Esta investigación fue aprovechada por ambos investigadores para basarse en la capacidad del cuerpo humano de actuar en caso de ataques de virus y bacterias para ayudarse a sí mismo.
La inmunoterapia se centra en la estimulación de los mecanismos de autocuración del cuerpo, con el fin de inducirlo a activar los centinelas del organismo y que actúan obre los tumores malignos, convirtiéndolos en inofensivos. Un proceso que fue utilizado como base en la vacuna contra el coronavirus que fue desarrollada conjuntamente con Pfizer.
En abril comenzó el desarrollo de la vacuna contra el COVID-19 con un proyecto en el que colaboraron 1.300 de sus investigadores. Pfizer adelantó como contribución a la investigación 185 millones de dólares, para pagar 563 millones de dólares una vez la vacuna culminó el proceso de desarrollo.
Una vacuna nacida durante un desayuno
Uno de los rumores que más circulan sobre esta vacuna de la pareja turco-alemana es que habría nacido durante un desayuno. Una leyenda que los investigadores han respondido como un rumor cierto.
La pareja venía siguiendo por tres semanas el brote de Wuhan y un viernes por la noche, Ugur habría leído un artículo en la revista Lancet.
Durante el desayuno ambos comentaban que la epidemia no se limitaría solamente a China, sino que se extendería a todo el mundo. Ante esta certeza, la pareja sabía que tenía una tecnología que les permitía un rápido desarrollo de vacunas.
Ya habían leído en revistas médicas sobre casos relacionados con un nuevo tipo de enfermedad pulmonar en China. Y por esta razón, un fin de semana, ambos decidieron que era el momento de comenzar a planificar inmediatamente un desarrollo de vacunas usando la tecnología de ARN mensajero en la que hasta ese momento habían estado trabajando.
Antes de que el coronavirus comenzara a expandirse exponencialmente, ya se estaba comenzando a trabajar en la vacuna. El 27 de enero inició el proceso de desarrollo en la sede central de Maguncia con más de 1000 científicos de medio centenar de países que forman parte de la fuerza investigadora de la empresa.
Empresa de valor alemán
La empresa alemana BioNTech tiene su sede de la vacuna anti COVID-19 en la calle Goldgrube, perteneciente a la ciudad de Maguncia.
Esta pareja que ha centrado sus estudios a través de todos estos años en el potencial del sistema inmunológico como un aliado potencial contra el cáncer, inició su carrera como emprendedores en el año 2001 con el establecimiento de la compañía Ganymed Pharmaceuticals, una empresa destinada al desarrollo de anticuerpos que combatieran al cáncer.
Los fondos para su investigación fueron obtenidos de Thomas y Andreas Struengmann, equipo que en 2005 vendió genéricos Hexal a la empresa Novartis, y que luego en 2016 fue vendida a la compañía japonesa Astellas. Aunque la pareja investigadora ya no estaba tras la pista del destino de esta empresa, ya que en 2008 construían BioNTech en la búsqueda de ampliar la gama de tratamientos contra el cáncer.
BioNTech se ha convertido en una compañía que hace honor a la traducción literal de la calle donde se encuentra: “mina de oro”.
Tras el anuncio del desarrollo de la vacuna, la cotización de sus acciones en la bolsa se disparó al convertirse en una de las promesas empresariales del mundo científico.
Varias multinacionales perseguían el mismo objetivo que ambos investigadores lograron alcanzar. Al punto de hoy en día ser considerada como un símbolo de valor en la sociedad.
Fuentes: https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2021/03/22/60583f8621efa04d6c8b4618.html