El enfermero español que fue vacunado el mes pasado contra el coronavirus ha dado positivo en las pruebas del COVID-19.
Joan Pons Laplana es un enfermero que participó de forma voluntaria en las pruebas de las vacunas de Oxford en conjunto con los laboratorios Astrazeneca, y que ha dado positivo en el primer estudio que le ha sido realizado.
En su cuenta de Twitter, hizo saber que se encuentra bien y que espera que la dosis que recibió durante el estudio haya sido la vacuna real y no el placebo, para que así el virus no afecte a sus pulmones.
También explicó a aquellas personas que presentaban inquietud acerca de la vacuna, que el contagiarse no significa que las dosis no sean efectivas.
Comentó que sus síntomas no son una señal de la ineficacia de la vacuna, ya que la dosis no le protege como tal del virus, sino que en su lugar ayuda a evitar que el virus se transmita de sus pulmones al torrente sanguíneo.
La esperanza de que la vacuna actúa antes de que el virus pase hacia la sangre es la diferencia fundamental en la que radica la importancia de decidir o no vacunarse. Para el enfermero este tipo de protección es lo que le permitirá comprender a la gente por qué a pesar de que puedan darse positivos, la inmunización podría evitar desarrollar casos de gravedad.
Hay que tener en cuenta que para los asintomáticos del COVID-19 los síntomas que desarrollan son muy leves o inexistentes en absoluto. Y solo es través de las pruebas que pueden detectarse. Pero en los demás casos, contagiarse con el virus puede significar sufrir de graves síntomas que pueden poner en riesgo la salud.
Debido a este panorama es que un positivo que haya sido vacunado puede ayudar a disminuir las cifras de pacientes COVID-19 de gravedad.
En el caso de Pons Laplana, los síntomas que hasta el momento ha desarrollado son únicamente congestión nasal, aunque su estado se encuentra siendo evaluado en el hospital.
Positivos para evaluar la eficacia real
Los casos positivos que han salidos de la prueba de Pfizer y Astrazeneca son una de las formas de evaluar la eficacia real de la vacuna en su fase III. El enfermero compartió que su caso positivo sirve para contribuir a conocer los resultados reales de los efectos de las dosis.
La forma cómo se enteró del positivo fue a través de una llamada que hizo a Oxford, en la que le dijeron que se realizara la prueba. Y un día después de haberlo hecho, le llegó un mensaje en el que se confirmaba como un positivo y debió acudir de inmediato a un hospital para realizarse nuevas pruebas.
A pesar de que el enfermero confía en estos aspectos del estudio, su “miedo” tiene que ver con el sistema que tiene el desarrollo de este tipo de pruebas. Esto se debe a que estas investigaciones con voluntarios se basan en un mecanismo de “ciego a las dos vías”.
Este es un mecanismo en el que los voluntarios no conocen si lo que le están inyectando es el fármaco real o el placebo, mientras al mismo tiempo los que administran la vacuna tampoco tienen conocimiento si lo que están colocando al voluntario es la dosis verdadera.
Por esta razón, el enfermero ha considerado que si logra curarse rápido de su positivo esto será una información muy valiosa para el ensayo clínico que se realizó.
En sus publicaciones de Twitter recalcó que haberse infectado solo significa que se está un paso más cerca de conseguir una vacuna mucha más efectiva. Por otro lado, estos datos son de gran importancia para la Agencia Europea del Medicamento (EMA), que desde inicios de octubre del año pasado se encuentra analizando los datos de las vacunas que están siendo probadas para poder aprobar su uso comercial.
Un enfermero en Estados Unidos también da positivo
El enfermero español que fue vacunado por coronavirus y dio positivo, no es el único caso aislado. En Estados Unidos un enfermero fue inmunizado contra el COVID-19 dio positivo a la prueba contra el coronavirus luego de una semana de haber recibido la dosis.
En esa ocasión se trataba de un enfermero de 45 años que presta servicios en dos instituciones hospitalarias fue vacunado con la dosis de Pfizer/BioNTech había recibido la inmunización una semana antes de someterse a la prueba.
La vacuna la recibió en el mes de diciembre sin sufrir ningún efecto secundario. Según una publicación que hizo en Facebook lo único que sintió fue un poco de dolor en el brazo donde recibió la dosis durante el día, pero más allá de eso no tuvo ninguna otra reacción.
En un informe que fue compartido sobre este caso de contagio, se dio a conocer que en la Víspera de Navidad, una semana tras haber sido vacunado, comenzó a sentir escalofríos y se enfermó con fatiga y dolores musculares. Y por ello, un día después de Navidad, decidió ir a un centro hospitalario a realizarse la prueba por coronavirus, dando un resultado positivo.
Un período de incubación de dos semanas
Con respecto a este caso, el Dr. Christian Ramers, miembro del panel de asesores clínicos para la aplicación de vacunas de San Diego y especialista en enfermedades infecciosas de los Family Health Centers de ese condado, hizo algunas declaraciones a quienes seguían el estado del enfermero.
Según el Dr. Ramers, el virus del COVID-19 puede tener un período de dos semanas de incubación, por lo que una persona podría infectarse antes de recibir la vacuna. Además aclaró que en caso de contraer el virus luego de ser inmunizado, entonces entraría en el rango de los casos de estudio para descubrir la razón del contagio.
Los ensayos clínicos han revelado que luego de ser vacunado, se tarda entre 10 a 14 días para que el organismo desarrolle la protección contra el virus. Sin contar que la primera dosis solo da aproximadamente el 50% de la inmunidad, mientras que se necesitaría una segunda dosis para llegar al 95%.
Fuentes: https://www.redaccionmedica.com/secciones/sanidad-hoy/vacuna-covid-joan-pons-enfermero-positivo-2477