La pandemia que estamos viviendo en la actualidad ha generado gran pánico en todo el mundo. Pero lo cierto es que es algo que comenzó hace casi dos décadas y lo que estamos viviendo hoy no es más que una mutación del SARS.
Todo comenzó en el año 2003, que fue cuando el SARS infectó a miles de personas, matando a cientos. Lo que generó pánico a nivel mundial. Fue cuando Organización Mundial de la Salud pidió a Morawska, médica de la Universidad de Tecnología de Queensland, que se uniera a un equipo de Hong Kong que intentaba comprender cómo se propagaba el coronavirus que provoca el SARS.
El enfoque poco convencional de Morawska
En el proceso de investigación, decidió enfocar su atención en el proceso de exhalación de las personas y no en el proceso de inhalación. Pero curiosamente descubrió que había poca información respecto a la exhalación en humanos, lo cual fue sorprendente pues se trata de algo importante en el proceso de contagio.
Una vez comenzó la propagación del virus SARS-CoV-2, re reavivo esta investigación que hacía casi 2 décadas de haberse dejado a un lado. Donde el fin es descubrir como los pulmones lanzan ese material infeccioso al aire. Estas son gotículas respiratorias, las cuales también son llamadas aerosoles.
De tal forma que la atención radica en el cómo se forman estos aerosoles dentro del cuerpo, de esa manera se puede entender mejor el cómo se propaga el virus y así poder prevenir eventos de supercontagio. Ya que un rasgo distintivo del covid es que un grupo pequeño de personas pueden llegar a infectar a muchas.
La importancia de los fluidos respiratorios aéreos
La buena noticia es que gracias a la investigación de Morawska, los científicos han aprendido importante información sobre los fluidos respiratorios aéreos. Por lo tanto podrían determinar lo que puede llevar a convertir a alguien en un supercontagiador. Lo cual es algo que dependerá de ciertos atributos muy específicos como por ejemplo: la forma del cuerpo y su comportamiento. Por ejemplo alguien que respire rápido y hable en voz alta podría llegar a ser un supercontagiador sin necesidad de presentar algún síntoma o estornudar.
Donald Milton, quien es experto en transmisión por aerosoles de la Universidad de Maryland, explica lo siguiente:
“No estornudan. No tosen. Solo respiran y hablan. Puede que griten. Puede que canten. Los bares de karaoke han sido una gran fuente de eventos de supercontagio. Se documentó un caso en un club de spinning en Hamilton, Ontario, donde la gente respira fuerte”.
Sin embargo estos descubrimientos no son suficiente para determinar con exactitud si alguien en específico puede llegar a ser un supercontagiador o no.
¿Qué son los aerosoles?
Se puede definir como cualquier partícula bien sea húmeda o seca, la cual puede quedar en el aire durante minutos u horas. Generalmente estos aerosoles miden la anchura aproximada de un pelo humano, lo que sería equivalente a menos de 100 micrómetros.
Dentro de las vías respiratorias se producen una amplia variedad de estos aerosoles de diferentes tamaños desde 1 a 100 micrómetros, incluyendo escupitajos que son visibles a simple vista, los cuales son conocidos como gotículas respiratorias. Morawska afirma:
“Los aerosoles más pequeños se generan en la parte más profunda del aparato respiratorio”.
Claro está el hecho de que al momento de transmitir enfermedades, estas partículas son de gran relevancia, ya que mientras más pequeñas sean, mayor ha de ser el tiempo que se encuentren flotando en el aire y por ende mayor es el área que pueden abarcar, siendo estas las más peligrosas e imperceptibles al ojo humano.
¿Cómo se crean los pequeños aerosoles?
Se crean dentro de los bronquiolos, las vías respiratorias finas y las ramificadas que se encuentran dentro de los pulmones. Según un artículo creado por Morawska y su colega Graham Richard Johnson en el 2009:
“El fluido respiratorio que reviste estos tubos crea películas que estallan como pompas de jabón cuando los bronquiolos se contraen y se expanden. Ahora este se considera el mecanismo principal que crea los aerosoles en las profundidades de los pulmones”.
Según William Ristenpart, quien es químico de la Universidad de California. Afirma que este es un proceso, el cual se puede decir que es similar a lo que ocurre en la laringe, donde las cuerdas vocales inferiores se abren y cierran muy rápido como para lograr verlo a simple vista. Ristenpart afirma:
Al hablar, a veces puedes sentir cuándo salen volando las gotículas. De ahí es donde viene lo de “dilo, no lo escupas”
Por otra parte Davis, encargado de estudiar la transmisión de enfermedades, comenta que de forma similar a los bronquiolos, estas cuerdas vocales se encargan de separar este fluido respiratorio cuando se golpean al hablar o cantar, dando lugar a la generación de esas diminutas gotitas. Este es un proceso tan rápido que se estima que ocurra al menos unas 100 veces por segundo.
¿Cómo saber quién es un supercontagiador?
En un estudio realizado por Ristenpart y sus colegas en el año 2019, demostraron que mientras más alto hable alguien, mayores son los aerosoles que emite. No obstante también ocurre que dos personas al hablar al mismo volumen, generen el mismo nivel de aerosol, estas son las personas supercontagiadoras.
Claramente tiene que existir algún tipo de motivo fisiológico subyacente que haga que la gente que habla a casi la misma amplitud y con el mismo tono emita cantidades de partículas muy diferentes
Esto es algo que puede deberse a una reacción diferente que haya en el fluido de cada persona. Además está claro el hecho de que una infección respiratoria puede llegar a causar cambios en los fluidos respiratorios. Un claro ejemplo de ello se puede apreciar en los casos de neumonía bacteriana o la gripe grave, donde la pérdida de agua hace que se comiencen a espesar los fluidos.
Se puede decir que el Covid-19 ha dado lugar al momento de fama de la ciencia. Donde las investigaciones previas respecto a los aerosoles demostraron por qué el coronavirus SARS-CoV-2 es aún más transmisible por el aire que el SARS de 2003. Lo cierto es que todos los expertos coincidieron en que lo ideal es contar con una mejor ventilación en entornos cerrados y usar la mascarilla puede ser de gran ayuda para prevenir la transmisión.
Fuente: https://www.nationalgeographic.es/ciencia/2020/10/por-que-hay-supercontagiadores-y-como-se-emiten-particulas-infecciosas-coronavirus